“Y
ustedes pasarán un Shofar de toque en el Séptimo Mes en el diez del
mes; en el Día de Expiación pasarán un Shofar por toda su tierra.”
(Levíticos 25:9)
Este
verso está diciendo que debe usarse un Shofar para anunciar la llegada
del Año de Jubileo, es decir el año 50 en el sistema sabático que Yahvéh enseñó a Israel como conteo y dominio del tiempo. Si leemos con atención y discernimiento, no dice que el
Jubileo comienza en el Día de Expiación, sino más bien, la Escritura establece que la inminente
llegada del año de Jubileo se anuncia en el Día de Expiación. Ciertamente el Shofar puede pasarse por la tierra en el Yom Kippur del
año 49, seis meses antes del comienzo de la llegada del año de Jubileo.
Para humillación de muchas opiniones humanas debo decir que esta interpretación está apoyada por el contexto inmediato del capítulo 25 de Levítico. El verso 8 dice de contar cuarenta y nueve años, el verso 9 dice de pasar el Shofar por el país, y el verso 10 dice de proclamar el año 50 como el año del Jubileo. Esto muestra que el Shofar que anuncia la llegada del Jubileo en el verso 9 se pasa por el país antes de que se proclame en realidad el Jubileo revelado y ordenado en el verso 10.
Para humillación de muchas opiniones humanas debo decir que esta interpretación está apoyada por el contexto inmediato del capítulo 25 de Levítico. El verso 8 dice de contar cuarenta y nueve años, el verso 9 dice de pasar el Shofar por el país, y el verso 10 dice de proclamar el año 50 como el año del Jubileo. Esto muestra que el Shofar que anuncia la llegada del Jubileo en el verso 9 se pasa por el país antes de que se proclame en realidad el Jubileo revelado y ordenado en el verso 10.
Otro
argumento que trata de establecer al primero del mes séptimo como Rosh
Ha’Shana es la idea de pensar que comienza el ciclo agrícola. Sin embargo al leer la Toráh descubrimos que el medio del Séptimo Mes es en realidad el final del ciclo
agrícola, específicamente del ciclo del grano. En la Tierra de Israel,
los granos se siembran en el otoño y se cosechan en la primavera. El
nuevo ciclo agrícola no comienza realmente sino hasta la arada de los
campos. Esto no ocurre sino hasta las primeras lluvias livianas que
humedecen el terreno lo suficiente para ser quebrado por los arados de
hierro y madera. En la Tierra de Israel esto puede ser tan temprano
como a mediados del Séptimo Mes pero es usualmente en el Octavo Mes o
más tarde. Por la lógica anterior el Octavo Mes debe considerarse como
el comienzo del año, no el Séptimo Mes.
Hoy
en día entre las desviaciones del judaísmo mesiánico encontramos a
muchos adoptando el primer día de Rosh Ha’Shana como el año nuevo, y gente redimida como nosotros somos catalogados de “herejes” por defender lo que
estipulan las Sagradas Escrituras tanto del Tanak como los Escritos
del Nuevo Pacto. Pero, me he enterado que no todos los judíos ortodoxos celebran el primero
del mes séptimo llamado Tishrei como la llegada del año nuevo. Hoy en día, dentro de
los grupos de judaísmo ortodoxo, no todos guardan
las reglamentaciones o disposiciones rabínicas-babilónicas. Por el contrario, existe un grupo que ha
querido restaurar el judaísmo a su plena esencia bíblica y no a las
disposiciones rabínicas, este grupo es denominado: “Los Caraítas”
(Judaismo Karaíta) que son ortodoxos seguidores de la Escritura solamente.
Estos rechazan plenamente que Rosh Ha’Shana sea en el séptimo mes y
acusan al judaísmo rabínico antiguo de haber sido renuente a repudiar el
paganismo babilónico que ha echado tantas raíces por lo que hoy tenemos
un judaísmo igual de sincretista que el cristianismo católico y sus derivados protestantes.
Para finalizar, será necesario solicitar a todo lector de esta bitácora que debe quedar claro que Rosh Ha’Shana es en el primer día del primer mes (Aviv o Nisán) y no
en el primer día del séptimo mes. Por tal razón todos aquellos
cristianos que en búsqueda de las raíces hebreas de la fe han adoptado
el primer día del séptimo mes como Rosh Ha’Shana, salieron de la
apostasía cristiana para entrar a la apostasía judía.
Por lo tanto, será necesario entender que las raíces hebreas de la fe, están en las Sagradas Escrituras (Biblia) mismas y no en el estudio de dogmas y tradiciones del judaísmo.
Por ello, les preguntaré una vez más: ¿A quien oiremos al Eterno o a los rabinos?
Por lo tanto, será necesario entender que las raíces hebreas de la fe, están en las Sagradas Escrituras (Biblia) mismas y no en el estudio de dogmas y tradiciones del judaísmo.
Por ello, les preguntaré una vez más: ¿A quien oiremos al Eterno o a los rabinos?
YO ESCUCHARE AL ETERNO,AMEN Y AMEN
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