viernes, 26 de septiembre de 2014

Los Días Memorables del Eterno Dios

"Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta."
(Hebreos 4:13) 

Estamos caminando en el Mesías los tiempos espirituales más especiales. De acuerdo a lo que el Eterno Dios revela en su diseño festivo, desde el Yom Teruah y hasta el Yom Kippur los llamados y escogidos de Israel, deben vivir el poder que se esconde en ese intervalo de esas diez jornadas, llamado los Yamim Noraím, es decir, los "Días Terribles", "Días de Asombro" y/o "Días Memorables".  También los podríamos traducir "Los Días Reverenciales". 

Durante estos días el Trono de la Gracia del Eterno se manifiesta con Rigor y Justicia sobre todos los habitantes del planeta. En este periodo de días los libros se abren y los hombres son juzgados de acuerdo a las obras realizadas a lo largo de los siete meses del año, contando desde el mes portador de la Pascua.

Estos días son un tiempo de cuidado, y de muchas plegarias de perdón. Son jornadas dónde nos auto-contemplamos guiados por el Santo Espíritu del Señor, y nos disponemos a reparar todo daño que hayamos provocado a nuestro prójimo y nuestro medio ambiente.

Este es un tiempo muy especial y específico que nos permite analizar nuestras vidas, evaluar qué hemos hecho, lo que hemos hablado acerca de otros, y aquellas cosas negativas que albergamos en nuestros corazones. (Mat. 7:4-5).

Durante estos diez días nuestros corazones están llamados a vibrar espiritualmente sujetos a las pautas expresadas por Yeshúa cuando dijo:

"Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas".
(Mat 6:15)

La clave para el éxito de estos días esta en este texto. Pues YHWH no nos perdonara, sino nos perdonamos, y si no pedimos perdón por las ofensas que hemos ocasionado. Si sabemos la verdad, y si no estamos dispuestos a pedir perdón por nuestras faltas, no recibiremos los beneficios de Su Shalom (Paz que sobrepasa entendimiento).

En este periodo de días, nuestro Mesías y Dueño nos quiere guiar a una vida llena de palabras vivificadoras, portadoras de reconciliación y del poder de resurrección. Su Espíritu activa nuestras consciencias desde las palabras expresadas por el profeta:

 “No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Yahwéh, y a Él toca el pesar las acciones.”
(1 Samuel 2:3)

La actividad mesiánica de nuestro espíritu será arrojar fuera toda jactancia en nuestra forma de hablar a fin de que la balanza con la que Yahvéh pesa en estos días a los seres humanos nos favorezca según los méritos del Mesías a favor nuestro.

En estos días toda criatura queda totalmente expuesta delante de los ojos del Altísimo y Soberano Juez del Universo. Por ello, no nos conviene ser indiferente a este llamado a arrepentimiento (teshuvá) que Su Espíritu nos hace, pues no existe lugar dónde escondernos ante esta contemplación divina.

"¿Se ocultará alguno, dice Yahwéh, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Yahwéh, el cielo y la tierra.”
(Jeremías 23:24)

Es necesario que la reflexión y meditación de cada escogido se centre en la idea de que Yahvéh se manifiesta en estos días en el rigor de un juez que supervisa las acciones de los hombres y determina sus premios y/o castigos para el próximo año.


"Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti".
(2Crónicas 16:9)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

El Shofar llamando a los mansos y humildes de corazón


Ningún otro símbolo caracteriza esta época del año de la manera que lo hace el Shofar.

El sonido del Shofar estremece, sacude, despierta la conciencia, es un llamado a la reflexión a revisar nuestras acciones.

El profeta Amós dijo: “¿Acaso es posible que se toque el Shofar  y el pueblo no se estremezca?

El Shofar desde la etimología de su nombre, nos convoca al Shipur, es decir al mejoramiento, al cambio. Pero es evidente, que no habrá Shipur sin una real escucha interior.

¿Por qué se nos ordena escuchar y no tocar el Shofar?

Tal vez para enseñarnos que es más importante escuchar que hacerse escuchar. Saber escuchar es también saber escuchar a aquellos que necesitan de nuestra ayuda. Saber escuchar es tener la suficiente humildad para reconocer que también el otro también tiene cosas valiosas que decir. 

El Shofar es un instrumento de viento. Viento en hebreo se dice Ruaj”, igual que espíritu. Así como el Shofar no tiene sentido sin Ruaj”, de la misma manera el hombre no tiene sentido sin espíritu.

El Shofar también nos da una lección de sencillez y humildad, ya que éste no puede ser adornado en forma lujosa. Es más, sólo se puede decorar en la parte exterior sin que los adornos de oro y plata puedan penetrar las paredes del cuerno, lo cual lo haría inservible.

Este es un alerta para que sepamos que, tal como sucede con el Shofar, nos volvemos inadecuados como seres humanos, si permitimos que el oro y la plata penetren en nuestras vidas y se posesionen de nuestra mente y nuestra alma. Es el llamado al abandono de la soberbia que tanto daño causa al hombre.

Otras funciones cumplidas por el Shofar:

  • En la antigüedad el toque del Shofar servía para dar alerta. Con él se convocaba al pueblo para marchar a la guerra.
  • Todo acontecimiento importante en la vida del pueblo iba acompañado por el toque del Shofar.
  • En nuestros días después de la Liberación de Ierushalaim en la guerra de los Seis Días, el toque del Shofar fue expresión de la alegría.
A pesar que el sonar del Shofar en Rosh Hashaná es un decreto Divino, contiene en sí la siguiente sugerencia: Vosotros, los que permanecéis sumidos en el sueño, ¡Despertad, hurgad en vuestras acciones, retornad con arrepentimiento y temed a vuestro Creador!
Lo que olvidáis la verdad, sumergidos en la vanidad, y andáis extraviados todo el año en lo tonto y lo vacío, que no produce beneficio ni salva a ninguno: ¡Examinad vuestras almas, mejorad vuestras sendas y vuestros propósitos, abandonando los senderos malos y los pensamientos que no conducen al bien!

Yom Teruah: Cuando Tu existencia será Contemplada por tu Creador


Yom Din”, "el día del juicio". Este es uno de los nombres con el cual también se lo llama al Yom Teruah. El día en que somos llamamos al juicio. La existencia es llamada a rendir cuentas al creador.

Por eso, es necesario entender que uno de los elementos centrales que se practica en esta festividad es el Jeshbon HaNefesh, es decir "el balance de nuestra alma". El Eterno Dios nos llama a detenernos de la vorágine de nuestras vidas, hacer un alto por un instante y como decía Mario Benedetti:

"De vez en cuando hay que hacer una pausa ,contemplarse a sí mismo sin la fricción cotidiana, examinar el pasado, rubro por rubro, etapa por etapa, baldosa por baldosa y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades".

Estamos llamados a hacer tal como el Eterno Dios en la creación hizo. Seis días creo más el séptimo día descansó y contempló. La creación implica tanto el acto activo del producir como la posibilidad de contemplar nuestra obra. Tal como el Eterno Dios, hoy cada redimido es llamado a contemplar su existencia, a contemplar su paso por la vida, a observar sus actos. A preguntarse dónde estamos hoy, y como llegamos a ser lo que somos. El poder observarnos a nosotros mismos, el poder determinar un tiempo para pensar que es lo que venimos haciendo nos permite no solo mirar con nostalgia nuestro pasado reciente sino prever nuestro futuro inmediato y el que todavía no llega. Registrar como en una tabla de aciertos y fracasos nuestras acciones nos permite contemplarnos a nosotros mismos. Pero esto no desde una postura meramente contemplativa sino que debe ser el desarrollo de una nueva actitud que desde el aprender se prepara para accionar. Aprender y enseñar, observar y hacer. Debemos primero aprender de nuestras acciones para luego corregirlas y volcarnos nuevamente a la acción. 

Debemos recordar para que lo acontecido no sea repetido sino aprendido sin ser olvidado. Somos libres de elegir cómo actuamos, pero no podemos liberarnos de las consecuencias de lo que hacemos. Recordar para asumir responsabilidad es responder por lo actuado; y a partir de ser responsables: perdonar y ser perdonados.

En estos días, debemos responder cómo seremos capaces de saber que somos nosotros quienes, ante los problemas que vendrán, tendremos creatividad para proponer soluciones que nos hagan más sabios que inteligentes; más virtuosos que exitosos; y más íntegros y auténticos con nuestro ser interior.

Porque somos nosotros, quienes, en amor, podemos ofrendar un año que sea nuevo y bueno.

Si no somos nosotros los que corregimos nuestros errores y nos volvemos en Teshuvá, arrepentimiento, al Eterno Dios, somos nosotros mismos los que nos condenamos a una muerte espiritual.

El propósito mesiánico de Yom Teruáh



Teruah significa literalmente "hacer un gran ruido". Esta palabra describe el ruido hecho por una trompeta pero también señala al ruido hecho por un gran grupo de personas que gritan al unísono (Números 10:5–6). Esto último podemos verlo como ejemplo en  Josué 6:5

Y sucederá cuando el cuerno de carnero haga un sonido largo, cuando ustedes oigan el sonido del Shofar, toda la nación gritará un gran grito, y la muralla de la ciudad caerá en su lugar, y el pueblo subirá como un solo hombre contra ella”.

En este verso la palabra “gritar” aparece dos veces, una como la forma verbal de Teruah y una segunda vez como la forma sustantiva de Teruah. Aunque este verso menciona el sonido del Shofar (cuerno de carnero) (trompeta), las dos menciones de Teruah se refieren ambas al grito al unísono de los israelitas lo cual fue seguido por la caída de las murallas de Jericó.

Ya explique en otra bitácora que aunque la Toráh no dice explícitamente el propósito de Yom Teruáh, su nombre puede indicar que se espera que sea un día de “gran congregación de aclamación”.   La forma verbal de Teruah a menudo se refiere al ruido hecho por una multitud de los fieles que invocan al Todopoderoso al unísono.   Por ejemplo:


  • “Aplaudan, todas las naciones, clamen a El Poderoso, con voz cantante!” (Salmos 47:2)

  • “¡Clamen a Dios, toda la tierra!” (Salmos 66:1)

  • “¡Canten a Dios, nuestra fortaleza, clamen al Dios de Jacob!” (Salmos 81:2)

  • “Clamen a YHWH, toda la tierra!” (Salmos 100:1)

En Levíticos 23:24, a Yom Teruáh se le llama también Zikharon Teruáh. La palabra Zikharon a veces se traduce como “memorial” pero esta palabra hebrea también tiene el significado de “mencionar” a menudo con referencia a hablar el nombre de YHWH (Éxodo 3:15; Isaías 12:4; 26:13; Salmos 45:18).  El día de Zikharon Teruáh, traducido más exactamente como la “Mención del Clamor”, puede referirse a un día de reunión en oración pública en el que la multitud de fieles grita el nombre de YHWH al unísono.

Hasta aquí a la luz de los versos vistos, podemos ver que Yom Teruah es el día en que se suena el Shofar y a su sonido es reunida toda la congregación de Israel, para aclamar El Nombre de YHWH, jamás para celebrar la llegada del año nuevo.    

Ahora, analicemos otros versos y concluyamos el significado mesiánico de Yom Teruah. En el Libro del Testimonio de Mateo 24:27-31 encontramos escrito:

"Porque así como relámpago que sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre…, entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, … y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y majestad.   El enviará a sus mensajeros con UN GRAN TOQUE DE SHOFAR, para reunir a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro".

El día de la llegada del Mesías, es asociada con Un Día de Toque de Shofar, y en ese toque la congregación de Israel, las 12 tribus de Israel, serán reunidas ante Él, no dice que la Iglesia Cristiana fulana… sino las 12 tribus de Israel dispersa entre las naciones, esto lo dice El profeta Isaías 27:13

"Acontecerá también en aquel día, que se tocara con GRAN SONIDO DE SHOFAR, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria y los que habían sido desterrados a Egipto y adorarán a YAHWÉH en el monte santo de Jerusalén".

Como vemos y discernimos, Yom Teruah es la festividad que hace memorial a la venida del Mesías, es la festividad que recuerda que todo Israel será reunido un día y nunca es la llegada de un año nuevo, sino más bien anuncia la llegada de un reinado nuevo, El Reinado del Mesías.

martes, 23 de septiembre de 2014

¿Qué Voz escucharemos la del Eterno o la de los Rabinos?


A raíz de la bitácora que ayer publiqué en la que demostraba, por medio de la Torah, que la fiesta del primer día de Tishrei se denomina Yom Teruah y no Rosh Hashanah, algunas personas me escribieron argumentado que Yom Teruah debe considerarse Año Nuevo porque es el comienzo del año sabático según lo estipulado en el capítulo 25, verso 9, del libro de Levítico. Sin embargo, insistiré en la certeza de que la Toráh no dice que Yom Teruáh sea el comienzo del año sabático y todas las indicaciones son que el año sabático comienza en el primer día del Primer Mes. La Toráh dice lo siguiente:

 “Y ustedes pasarán un Shofar de toque en el Séptimo Mes en el diez del mes; en el Día de Expiación pasarán un Shofar por toda su tierra.” 
(Levíticos 25:9)

Este verso está diciendo que debe usarse un Shofar para anunciar la llegada del Año de Jubileo, es decir el año 50 en el sistema sabático que Yahvéh enseñó a Israel como conteo y dominio del tiempo. Si leemos con atención y discernimiento, no dice que el Jubileo comienza en el Día de Expiación, sino más bien, la Escritura establece que la inminente llegada del año de Jubileo se anuncia en el Día de Expiación. Ciertamente el Shofar puede pasarse por la tierra en el Yom Kippur del año 49, seis meses antes del comienzo de la llegada del año de Jubileo.   

Para humillación de muchas opiniones humanas debo decir que esta interpretación está apoyada por el contexto inmediato del capítulo 25 de Levítico.   El verso 8 dice de contar cuarenta y nueve años, el verso 9 dice de pasar el Shofar por el país, y el verso 10 dice de proclamar el año 50 como el año del Jubileo.   Esto muestra que el Shofar que anuncia la llegada del Jubileo en el verso 9 se pasa por el país antes de que se proclame en realidad el Jubileo revelado y ordenado en el verso 10.

Otro argumento que trata de establecer al primero del mes séptimo como Rosh Ha’Shana es la idea de pensar que comienza el ciclo agrícola.   Sin embargo al leer la Toráh descubrimos que el medio del Séptimo Mes es en realidad el final del ciclo agrícola, específicamente del ciclo del grano.   En la Tierra de Israel, los granos se siembran en el otoño y se cosechan en la primavera.    El nuevo ciclo agrícola no comienza realmente sino hasta la arada de los campos.   Esto no ocurre sino hasta las primeras lluvias livianas que humedecen el terreno lo suficiente para ser quebrado por los arados de hierro y madera.  En la Tierra de Israel esto puede ser tan temprano como a mediados del Séptimo Mes pero es usualmente en el Octavo Mes o más tarde. Por la lógica anterior el Octavo Mes debe considerarse como el comienzo del año, no el Séptimo Mes.

Hoy en día entre las desviaciones del judaísmo mesiánico encontramos a muchos adoptando el primer día de Rosh Ha’Shana como el año nuevo, y gente redimida como nosotros somos catalogados de “herejes” por defender lo que estipulan las Sagradas Escrituras tanto del Tanak como los Escritos del Nuevo Pacto.    Pero, me he enterado que no todos los judíos ortodoxos celebran el primero del mes séptimo llamado Tishrei como la llegada del año nuevo. Hoy en día, dentro de los grupos de judaísmo ortodoxo, no todos guardan las reglamentaciones o disposiciones rabínicas-babilónicas. Por el contrario, existe un grupo que ha querido restaurar el judaísmo a su plena esencia bíblica y no a las disposiciones rabínicas, este grupo es denominado: “Los Caraítas” (Judaismo Karaíta) que son ortodoxos seguidores de la Escritura solamente.   Estos rechazan plenamente que Rosh Ha’Shana sea en el séptimo mes y acusan al judaísmo rabínico antiguo de haber sido renuente a repudiar el paganismo babilónico que ha echado tantas raíces por lo que hoy tenemos un judaísmo igual de sincretista que el cristianismo católico y sus derivados protestantes.

Para finalizar, será necesario solicitar a todo lector de esta bitácora que debe quedar claro que Rosh Ha’Shana es en el primer día del primer mes (Aviv o Nisán) y no en el primer día del séptimo mes. Por tal razón todos aquellos cristianos que en búsqueda de las raíces hebreas de la fe han adoptado el primer día del séptimo mes como Rosh Ha’Shana, salieron de la apostasía cristiana para entrar a la apostasía judía.  

Por lo tanto, será necesario entender que las raíces hebreas de la fe, están en las Sagradas Escrituras (Biblia) mismas y no en el estudio de dogmas y tradiciones del judaísmo.

Por ello, les preguntaré una vez más:   ¿A quien oiremos al Eterno o a los rabinos?

lunes, 22 de septiembre de 2014

El Balance del Despertar (Yom Teruah)


Yom Teruah es una de las llamadas Altas Fiestas que el Eterno dio a Su Pueblo en el anuario bíblico.

Esta convocación no es un festejo frívolo ni un simple aniversario; como ninguna otra fecha reúne devoción, oración, arrepentimiento, pero también alegría.

La convocación de Yom Teruáh ("El Trompetazo del Despertar") es una oportunidad para realizar un balance de nuestros actos, para formularnos preguntas claves como:


  •  ¿Quién soy? ¿Estoy siendo quien debiera ser en Yeshúa?
  • ¿Ejerzo el testimonio de Yeshúa, la Torah (Instrucción) del Eterno, en mi vida cotidiana?
  • ¿Estoy viviendo de acuerdo al alto nivel espiritual que me indica el Padre en Su Palabra?
  • ¿Me he planteado que ser un hijo de Yahvéh significa serlo todo el tiempo, en cualquier lugar, en pensamiento, sentimiento y acción?
  • ¿Brindo a mi familia un ambiente mesiánico de fe en el hogar?
  • ¿Estoy satisfecho de mis logros?
  • ¿Estoy llevando una vida de arrepentimiento (teshuvá), oración (tefilá) y justicia (tzedaká)?
  • ¿Qué malos hábitos tengo que romper? ¿Qué nuevos y buenos hábitos debo desarrollar?
  • ¿Estoy cumpliendo los mandamientos y preceptos del Eterno Dios?
  • ¿Qué cosas de mi alma deber ser restauradas?
  • ¿A quién he ofendido? ¿A quién debo pedir perdón? ¿A quién debo perdonar?
  • ¿Qué cosas debo restituir?

El gran mensaje del Yom Teruah es que mientras somos llamados a dar cuenta de nuestros hechos, también tenemos la oportunidad de disfrutar del perdón del Padre si nos hemos arrepentido de corazón de todos nuestros pecados por los méritos de Su Hijo, nuestro Mesías y Dueño.


Yom Teruah (Día de Aclamación) no es la "Cabeza del Año" (Rosh HaShanah)


De acuerdo a lo que se nos enseña en la revelación, en el primer día del séptimo mes (Tishrei), el Eterno Dios, a través de Su Instrucción (Torah), nos manda a  observar el día santo de Yom Teruah que significa “Día de Aclamación” (Lv. 23:23-25; Nm. 29:1-6). 

Yom Teruah, según estos pasajes bíblicos, es un día de reposo en el que se prohíbe el trabajo. En verdad, es un Shabbatón, es decir un Gran Sábado en el que las 12 tribus de Israel se convocaba para oír el sonido del shofar (trompeta de cuerno de carnero) y aclamaban a Yahvéh con voz de júbilo tal como lo expresa el Salmo 47.

Será el nombre mismo de Yom Teruah el que nos proveerá una cosmovisión correcta en cuanto a su propósito. La expresión hebrea Teruah literalmente significa "hacer un sonido fuerte". Esta palabra sirve para describir especialmente el sonido que hace una trompeta pero, también describe el ruido que hace una gran compañía de personas que gritan al unísono (Nm. 10:5–6). Un ejemplo de esto lo vemos en la instrucción del Ángel de Yahwéh en la conquista de la ciudad de Jericó: Y sucederá cuando el cuerno de carnero haga un toque largo, cuando ustedes oigan el sonido del shofar, la nación entera emitirá un gran grito, y la muralla de la ciudad caerá en su lugar, y el pueblo subirá como un solo hombre contra ella”. (Josué 6:5). En este verso la palabra “gritar” aparece dos veces, una vez como la forma verbal de teruah y una segunda vez como la forma sustantiva de teruah. Aunque este verso menciona el sonido del shofar (cuerno de carnero), las dos menciones de teruah se refieren al grito en unísono de los israelitas que fue seguido por la caída de los muros de Jericó.

Aunque la Torah no nos dice explícitamente el propósito de Yom Teruah, su nombre puede indicar que está supuesto a ser un día de oración pública. La forma verbal de Teruah a menudo se refiere al ruido que hace una reunión de los fieles que claman al Todopoderoso al unísono. Por ejemplo:
  • “¡Batan manos, todas las naciones, clamen a Dios, con voz de canto!” (Sal 47:2)
  • ¡Clame a Dios, toda la tierra!” (Sal 66:1)
  • “¡Canten a Dios, nuestra fortaleza, clamen al Dios de Jacob!” (Sal 81:2)
  • ¡Clamen a YHVH, toda la tierra!” (Sal 100:1)
En Lev 23:24, se hace referencia a Yom Teruah con el nombre de Zikhrón Teruah. La palabra hebrea Zikhrón se traduce a veces como “memorial” pero también tiene el significado de “mencionar”, a menudo con referencia al nombre de YHVH (p.ej. Ex. 3:15; Is. 12:4; ; 26:13; Sal. 45:18). El día Zikhrón Teruah, el “Memorial de Clamor”, hace referencia a un día de reunión en oración pública en el que la multitud de fieles grita el nombre de YHVH al unísono.

La bendición que recibimos cuando entendemos el significado de Yom Teruah es verdaderamente muy grande, tal y como se describe en el libro de los Salmos (Tehilim):

“En gran manera es bendecido el pueblo que sabe aclamarte (Teruah); andará, oh YHWH, a la luz de tu rostro” 
(Salmo 89:15)

Para Yahwéh es muy importante que cada redimido escuche en este día el sonido del shofar y que en respuesta se sume a dicho sonido con su grito de júbilo clamoroso ya que  Teruah significa “Una ráfaga que despierta” o “Despertarse con fuerte grito” (1 Tes.4:16-17 - 1Cor.15:51-52). 

Después de toda esta explicación bíblica, debemos decir que, lamentablemente hoy en día son muy pocos los seres humanos que recuerdan el nombre bíblico de Yom Teruah como el nombre de este festival santo. En lugar de ello, el primer día del mes Tishrei se ha hecho mundialmente conocido como el "Rosh Hashanah" que literalmente significa “cabeza del año”. Y por este hecho son millones los que lo llaman el “Año Nuevo judío", creyendo de este modo que es una fiesta única y absoluta de dicho pueblo. 

Por ello, es necesario aquí explicar que la transformación de Yom Teruah (Día de Clamor) a Rosh Hashanah (Año Nuevo) es el resultado de la influencia pagana babilónica sobre la nación judía, durante su exilio babilónico. 

La primera etapa en la transición que la nación de Judá vivió en sus formas de contar el tiempo fue la adopción de los nombres de los meses babilónicos. En la Torah los meses simplemente se enumeran ordinalmente. Es decir que eran llamados de acuerdo al orden de conteo como Mes Primero , Mes Segundo, Mes Tercero, etc (Levítico 23; Números 28). Durante su exilio en Babilonia los judíos comenzaron a a usar los nombres paganos de los meses babilónicos, tal y como se admite en el testimonio del Talmud:

Los nombres de los meses vinieron con ellos desde Babilonia”. 
(Talmud de Jerusalem, Rosh Hashanah 1:2 56d)

La naturaleza pagana de los nombres babilónicos de los meses está ejemplificada por el cuarto mes conocido como Tammuz. En la religión babilónica Tammuz que era el dios del grano y profeta de la idolatría, cuya muerte y resurrección anual traía fertilidad al mundo. En el libro de Ezequiel, el profeta describe un viaje a Jerusalén en el cual él vio a las mujeres judías sentadas en el Templo “llorando por Tammuz” (Ezekiel 8:14). La razón por la que estaban llorando por Tammuz es que según la mitología babilónica Tammuz había sido matado pero aún no había resucitado. En la antigua Babilonia el tiempo para llorar por Tammuz era el verano temprano, cuando las lluvias cesaban en todo el Medio Oriente y la vegetación verde era quemada por el implacable sol. Hasta el día de hoy el Cuarto Mes en el calendario rabínico se conoce como el mes de Tammuz y es todavía un tiempo de lloro y lamento.

Algunos de los nombres de los meses babilónicos se introdujeron en los libros tardíos del Tanak (Antiguo Testamento), pero siempre aparecen junto a los nombres de la Torah para los meses. Un ejemplo de ello lo encontramos en el libro de Ester cuando dice:

“En el Mes Primero, que es el mes de Nissán, en el año doce del rey Ajashverosh”. 
(Ester 3:7)

Este verso comienza por dar el nombre de la Torah para el mes (“Mes Primero”) y luego interpreta este mes con su equivalente pagano (“que es el mes de Nissán”). Para el tiempo de Ester todos los judíos vivían dentro de los límites del Imperio Persa y los persas habían adoptado el calendario babilónico para la administración civil de su Imperio. Al principio los judíos usaban estos nombres babilónicos de los meses junto con los nombres de la Torah pero con el tiempo los nombres de la Torah cayeron en desuso.

A medida que el pueblo judío vino a estar más cómodo con los nombres babilónicos de los meses se hicieron más susceptibles a otras influencias babilónicas.  Así los antiguos rabinos fueron influenciados por la religión pagana de Babilonia y sus festividades. Aunque muchos judíos regresaron a Judea cuando el exilio terminó oficialmente en el año 516 a.C, los principales de los rabinos permanecieron en Babilonia donde tomó forma gradualmente el judaísmo rabínico. Muchos de los más antiguos rabinos tales como Hilel nacieron y se educaron en Babilonia, sujetándose a su filosofía y cultura. Ciertamente Babilonia permaneció como la tierra del corazón del judaísmo rabínico hasta la caída del Gaonato en el siglo XI d.C. El Talmud Babilónico abunda en influencias del paganismo babilónico. Ciertamente, las deidades paganas hasta aparecen en el Talmud recicladas como genuinos ángeles y demonios.

Un campo de influencia religiosa babilónica ocurrió en la observancia de Yom Teruah como una celebración de Año Nuevo. Desde tiempos muy antiguos los babilonios tenían un calendario luni-solar muy similar al calendario bíblico. El resultado era que Yom Teruah a menudo caía en el mismo día de la fiesta del Año Nuevo babilónico conocida como “Akitu”. Akitu caía en el primer día de Tishrei que coincidía con Yom Teruah en el primer día del Mes Séptimo. El hecho de que los judíos habían comenzado a llamar al Mes Séptimo con el nombre babilónico Tishrei pavimentó el camino para convertir a Yom Teruah en un Akitu con matices judío. Al mismo tiempo los rabinos no querían adoptar a Akitu directamente así que lo judaizaron por medio de cambiar el nombre de Yom Teruah (Día de Clamor) a Rosh Hashanah ("Cabeza del Año" o Año Nuevo). El hecho de que la Torah no da una razón para Yom Teruah sin duda hizo más fácil para los rabinos proclamarlo como el Año Nuevo Judío.

Parecería alocado celebrar Yom Teruah como Año Nuevo si se considera que cae en el primer día del Mes Séptimo, pero en el contexto de la cultura babilónica esto era perfectamente natural. Los babilonios en realidad celebraban Akitu, Año Nuevo, dos veces cada año, una vez en el primero de Tishrei y otra vez seis meses más tarde en el primero de Nissán. La primera celebración del Akitu babilónico coincidía con Yom Teruah y el segundo Akitu coincidía con el verdadero Año Nuevo de la Torah en en el primer día del Mes Primero. Aunque los Rabinos proclamaron a Yom Teruah como Año Nuevo, prestamente admitieron que el primer día del “Mes Primero” en la Torah era, como implica su nombre, también un Año Nuevo. Ellos difícilmente podían negar esto basados en el capítulo 12 del libro de Éxodo que dice:
“Este mes será para ustedes el comienzo de los meses; es el primero de los meses del año”.
(Éxodo 12:2)

El contexto de este verso habla sobre la celebración de la Fiesta de los Panes Ácimos que cae en el Mes Primero. A la luz de este verso los rabinos no podían negar que el primer día del Mes Primero era un Año Nuevo bíblico. Pero en el contexto cultural de Babilonia donde Akitu se celebraba como Año Nuevo dos veces al año, tenía perfecto sentido que Yom Teruah pudiera ser un segundo Año Nuevo aun cuando fuera en el Mes Séptimo. Desde todo este trasfondo babilónico los rabinos judíos llamaronn equivocadamente Año Nuevo (Rosh Hashannah) a  la Fiesta del Eterno que realmente es un Día de Aclamación (Teruah) en oración a Dios, de acuerdo a lo especificado por la Torah. Los rabinos renombraron la fiesta Rosh Hashana (Año Nuevo) afirmando que el año civil judío en realidad empieza en Tishrei. ¡Lo absurdo de esta afirmación queda inmediatamente manifiesto ya que la Biblia al referirse a esta fiesta afirma que cae en el Séptimo mes (Tishrei es un nombre posterior a los tiempos Bíblicos y que nunca es usado en la Torah).

Será necesario entonces remarcar que Rosh Ha-Shanah es una fiesta introducida por el Judaísmo Tradicional. Esto significa que no es una fiesta escritural sino rabínica. La palabra "Rosh" quiere decir "cabeza o comienzo". y la expresión "Shanah" quiere decir "año". Por lo tanto, Rosh Ha-Shanáh significa "cabeza del año" o "comienzo del año".

Rosh Ha-Shanah desde una perspectiva rabínica tradicional, conmemora el día de la creación del mundo (tal como los mitos babilónicos lo enseñaban) y específicamente la creación de Adán.  En esta tradición, dicen los rabinos que si se lee el primer versículo de Génesis al revés, en vez de pronunciar Bereshit bará ("en el principio creó") puede leerse Alef be Tishreiv lo que es lo mismo, "el primer día de Tishrei", de dónde se puede deducir que en el primer día de Tishrei, el Eterno Dios creó los cielos y la Tierra. Sin embargo esto no es lo que dice la Torah. Esto es sólo una interpretación humana de la Torah pero no lo que dice la Torah.

La Biblia nunca llama a esta fiesta Rosh Hashanah pero sí en cambio la llama en diversas ocasiones Yom Teruah (Día de Aclamación) y Zicaron Teruah (Recuerdo de Aclamación).

En contraste con el paganismo babilónico, la Torah no dice ni implica que Yom Teruah tenga algo que ver con el Año Nuevo. Por el contrario, la Fiesta de Sukkot (Cabañas) que ocurre exactamente dos semanas después de Yom Teruah se menciona en un verso como “la salida del año” (Exo 23:16). Nadie llamaría a enero 15 en el calendario occidental moderno “la salida del año” y la Torah no podría describir a Sukkot en esta manera si se propusiera que Yom Teruah fuera celebrado como un Año Nuevo.

Así que no puede haber ninguna duda de que el "comienzo de los meses" mencionado en Ex. 12:2 se refiere al primero de Nisán (tiempo en el que se celebra la Pascua) y no a Yom Teruah que tiene lugar en el Séptimo mes.

Algunos rabinos modernos han argumentado que Yom Teruah realmente se menciona como Rosh Hashanah en Ezequiel 40:1 el cual describe una visión que tuvo el profeta, “al principio del año (Rosh Hashanah) en el diez del mes”. El hecho de que Ezequiel 40:1 se refiere al día diez del mes prueba que en este contexto Rosh Hashanah no podría significar “Año Nuevo” desde los actuales conceptos judíos. Más bien debe retener su sentido literal de “la cabeza del año” con referencia al Mes Primero en el calendario de la Torah. Por lo tanto, el día diez en de Rosh Hashanah en Ezekiel 40:1 debe referirse al día 10 del Mes Primero.



La Torah claramente afirma que el primer mes para Israel será el mes de Aviv o Nisán cuando el Éxodo de Egipto tuvo lugar. Ella misma dice en Exodo 12: 1,2 lo siguiente: 
"Este mes os será principio de los meses". 
Este es el primer mes, (Aviv) el primer día de este mes es el primer día del año para Israel.


El festival santo de Yom Teruah se menciona en los siguientes pasajes bíblicos:

  • Levítico 23:23-25 "Y YHVH le habló a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel diciendo: En el Mes Séptimo en el primero del mes habrá un día de reposo (Shabbatón) para ustedes, un Memorial de Clamoreo, una santa convocación. Ustedes no harán ningún trabajo y traerán un sacrificio al fuego a YHVH."
  • Números 29:1-6 "Y en el Mes Séptimo en el primero del mes habrá una santa convocación para ustedes; no harán ningún trabajo, será un Día de Clamor para ustedes. [Sigue una lista de Sacrificios para Yom Teruah]."
Concluyendo debemos afirmar que, según la cosmovisión de Yahwéh el comienzo del año nuevo está relacionado con la libertad de Egipto, no con la creación del mundo. Nosotros, al momento de tomar una decisión en cuanto a esta celebración, debemos entender que nuestro compromiso es con la Torah y con Yeshúa, no con la tradición de los hombres. 

Así pues, nosotros haremos énfasis en Yom Teruah, no en Rosh Ha-Shanah. Este último deberá esperar a que llegue el primer día de Aviv para ser celebrado. Así pues, cuando llegue el primero de Nisán, nosotros celebraremos el Año Nuevo según Abba, porque es obediencia a las Escrituras sobre todas las cosas y porque las fiestas dadas por YHVH representan todo el plan de redención de Abba. ¡El momento que usted cambia una, usted afecta todo el proceso!

¡Celebremos Rosh Ha-Shanah, el comienzo del año para cuando Abba lo puso y nos irá bien! 

¡Líbrenos Abba de caer en el pecado de Jeroboam de cambiar las fiestas de YHVH y de sustituirlas por otras!