Créalo o no, la Cuaresma nunca fue
observada por el Mesías o Sus apóstoles. Por lo tanto, ¡la Cuaresma no fue
observada por la Iglesia del primer siglo! Eso fue abordado por primera
vez por la iglesia en Roma durante el Concilio de Nicea en el año 325 D.C.,
cuando el emperador Constantino oficialmente reconoció a esa iglesia como la
religión estatal del Imperio Romano. Cualquier otra forma de cristianismo que
se adhiriera a doctrinas contrarias a las de la iglesia romana era considerado
un enemigo del estado.
En el año 360 D.C., el Concilio de
Laodicea oficialmente ordenó que la Cuaresma fuera observada obligatoriamente
por todos los llamados cristianos católicos.
La Cuaresma se originó en la antigua
religión de los misterios de Babilonia. “Los cuarenta días de abstinencia de la
Cuaresma fueron tomados directamente de los adoradores de la diosa babilónica…
Parece que entre los paganos esta Cuaresma era una preparación indispensable
para la gran fiesta anual en conmemoración de la muerte y la resurrección de
Tamuz” (Las Dos Babilonias).
Tamuz era el falso mesías de los
babilonios — ¡una falsificación satánica de Jesucristo basada en cartas astrales!
La Fiesta de Tamuz era usualmente
celebrada en junio (también llamado el “mes de Tamuz”). La Cuaresma era
celebrada 40 día
s antes de la fiesta, “celebrada con llanto y regocijo
alternos”. Esta es la razón por la cual la Cuaresma significaba “primavera”;
porque se llevaba a cabo desde la primavera hasta principios del verano.
La Biblia registra a la antigua Judá
adorando a este falso Mesías: “Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa
del Eterno, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas
endechando a Tamuz” (Eze. 8:14). ¡Esta fue una gran abominación ante los ojos
de Dios!
Pero, ¿por qué la iglesia en Roma
instituyó tal fiesta pagana?
“Para atraer a los paganos al cristianismo
nominal, Roma, siguiendo su política acostumbrada, tomó medidas para amalgamar
las fiestas paganas y cristianas, y, por medio de un complicado pero hábil
ajuste del calendario, encontró que no era difícil, en general, conseguir que
el paganismo y el cristianismo — ahora muy hundido en la idolatría — se dieran
la mano, tanto en esto como en muchas otras cosas” (Las Dos Babilonias).
La iglesia Romana reemplazó la Pascua de
la Biblia con el Domingo de Resurrección o Easter, moviendo la Fiesta pagana de
Tamuz al principio de la primavera, “cristianizándola”. La Cuaresma se movió
con ésta.
“Este cambio del calendario con respecto a
la Pascua estuvo acompañado de trascendentales consecuencias. Introdujo en el
cristianismo la más grande corrupción y la más profunda superstición en unión
con la abstinencia de la Cuaresma” (Las Dos Babilonias).
Antes de renunciar a los pecados
personales y a los vicios durante la Cuaresma, los paganos celebraban una
fiesta salvaje de “todo se vale” para asegurarse de que conseguían su porción
de desenfrenos y perversidades — lo que en algunas partes del mundo celebran
hoy como el Carnaval Mardi Gras.
Dios no es el autor de la confusión (I
Cor. 14:33). Él nunca instituyó la Cuaresma, una celebración pagana que conecta
el libertinaje con la supuesta resurrección de un falso Mesías.