Pablo en al escribirle a su hijo apóstólico Timoteo, le dice en su segunda carta:
"te
aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio…."
(2Timoteo 1:6-7)
La palabra que se traduce como cobardía proviene en el texto de DEILÍA que debe traducirse como TIMIDEZ y/o INTIMIDACIÓN.
La intimidación es una forma negativa y equivocada de reacción que el ser humano presenta ante las circunstancias de angustia que lo rodean.
1. EL TEMOR PROVIENE DEL VIVIR SIN EL AMOR DE DIOS (1Juan 4:18)
Por no haber sido perfeccionado en Su amor. Ese es el origen del temor: la falta de conocimiento del amor perfecto. Ese Amor Perfecto es Ágape. Según el versículo 8 del mismo capítulo 4 se revela que ese Amor es Dios mismo. No hay duda que la Escritura apunta directamente a la conciencia de los escogidos. Ellos son seres humanos que viven en una dimensión de perfeccionamiento diario.
Por no haber sido perfeccionado en Su amor. Ese es el origen del temor: la falta de conocimiento del amor perfecto. Ese Amor Perfecto es Ágape. Según el versículo 8 del mismo capítulo 4 se revela que ese Amor es Dios mismo. No hay duda que la Escritura apunta directamente a la conciencia de los escogidos. Ellos son seres humanos que viven en una dimensión de perfeccionamiento diario.
La palabra TEMOR es traducida del griego Phobos
(de dónde viene Fobia).
“El TEMOR lleva en sí castigo” expresa el versículo al terminar. La Escritura denuncia proféticamente esta artimaña que la serpiente usa contra el Propósito Eterno de Dios en el hombre:
“El TEMOR lleva en sí castigo” expresa el versículo al terminar. La Escritura denuncia proféticamente esta artimaña que la serpiente usa contra el Propósito Eterno de Dios en el hombre:
–“Traeré
sobre ellos, lo que temieron”
Isaías 66:4
–“Lo
que teme
el malo, eso vendrá sobre él.” Prov. 10:24
–"El temor del hombre pondrá lazo (es una trampa)" Proverbios 29:25
–«Todo
lo que yo temía, lo que
más miedo me causaba, ha caído sobre mí.»
(Job 3:25)
El precio que paga quien olvida a Dios
- Se acarrea condenación (Jeremías 2:19).
- Se ocasiona yugos y ataduras espirituales (Lamentaciones 1:14).
- Se queda postrado en el desierto (Salmo 68:6)
- Lo visitan mensajeros crueles (Proverbios 17:11)