En medio de los tiempos humanos el Eterno ha decidido llevar a sus escogidos a vivir el espíritu y la energía que guarda su AÑO de FIESTAS.
En la Luna Nueva de Iyar el Creador pretende que su Pueblo aprenda a contar cada día como parte de un proceso espiritual en el que su Espíritu Libertador los capacita en su interioridad para encontrar la fortaleza interior que les permitirá vencer toda intimidación.
En el mes de Nisán, el Señor estableció el inicio del conteo de tiempos de sabiduría tal como el salmista lo aprendió en su oficio profético (Salmo 90:12). En el segundo mes el Omer está en plena dinámica. Omer es la tarea de ir contando día a día, desde la Fiesta de las Primicias, los 50 días para llegar a la Fiesta del Shavuot (Pentecostés). En ese momento el Pueblo ya está vibrando en la expectación del Fuego que graba la Ley del Eterno en sus corazones.
En el primero mes se dio el Milagro de los Milagros: la Revelación de la Luz Infinita encarnada en un hombre (Mesías). En el mes de Iyar cada integrante del Israel del Mesías trabaja en reflexión a fin de hacer que esa Luz Infinita que se encuentra en su espíritu pueda romper todo obstáculo almático y resplandezca en medio de los pueblos.
Durante este mes lunar se asume que nuestra identidad de hijo nos capacita para manifestarnos tal cual el diseño original de Dios.
Disfruten de la enseñanza profética que el profeta y apóstol David Nesher implantó en el corazón de los santos convocados en esa noche para ejercer su potestad de jueces en Cristo y decretar 29 días de fortaleza y sanidad.
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