jueves, 2 de octubre de 2014

¿Qué se considera arrepentimiento completo?

"Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento";
(Mateo 3:8)

Según los códigos amorosos de las Sagradas Escrituras, el arrepentimiento completo es aquel que incluye el abandono del pecado y conduce al alma humana a sujetarse a la guía de la Torah (Instrucción) de Yahvéh. ¿Hasta qué punto? Hasta que Él, nuestro Amado Consolador, quien conoce lo oculto, da testimonio en Yeshúa, al Padre, de que esa persona no reincidirá en el pecado.

La palabra teshuvá (mal traducida como arrepentimiento) indica la idea de regreso. La voz hebrea “teshuvá” tiene su raíz en “shuv”, que quiere decir “volver”, “volverse”, “darse la vuelta con intención de regresar a una posición anterior”. Desde esta significación, se entiende que en la cosmovisión divina (yahveísta) en la idea de arrepentimiento el pecador vuelve al diseño pre-existencial: un ser humano en propósito lleno de capacitación celestial (idea encerrada en la expresión hebrea Mesías, el Ungido). En otras palabras, un hombre en la Palabra del Eterno Dios. Esta ubicación original le permite al hombre ser aceptable ante el Eterno Dios, tan amado por Él como antes del pecado. Esto significa que la teshuvá, en la cosmovisión yavehista, borra totalmente todo resto de pecado para el futuro. La teshuvá, hecha en el amor perfecto, saca de raíz el pecado desde su inicio, y es como si ese ser humano nunca hubiera pecado. Este es el verdadero resultado de la obra expiatoria del Mesías Yeshúa en el hombre escogido.

Con todo esto, será importante enfatizar que arrepentirse o hacer teshuvá es "volverse a la Torah". Hacer “teshuvá”, es decir, proceder al arrepentimiento, es convertirse hacia un lugar o posición que se ocupó en un tiempo, y que después se abandonó. Así se podrá comprender las palabras de nuestro Señor quien nos dice cuál es el motivo de su venida para estar entre nosotros: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Y es que hubo un tiempo áureo en que la humanidad caminaba diariamente con el Eterno Dios, por lo que la llamada del Señor al regreso es precisamente a andar en el camino del Eterno. De ahí que esa vocación no sea solamente para los hijos de Israel, sino que en Yeshúa el Mesías es una vocación de carácter universal, sin discriminación por procedencia ni género.

El fruto de teshuvá, al que Juan el Bautista llamaba en Su mensaje pre-mesiánico, es volver a mostrar en la práctica, que retornamos a una vida conforme Torah nos manda.

Puesto que el arrepentimiento genuino -teshuvá- es tan complejo, un escogido en Cristo nunca debe sentirse conforme ya que siempre debe inspeccionar de si cumplió adecuadamente el mandato de teshuvá o no; se preguntará si sus nuevos pecados son tal vez el resultado de pecados anteriores que aún no abandonó por entero. 



La teshuvá o el retorno al Eterno Dios (YHWH) es una actitud que tiene que tomar el hombre de retractarse de algo que está incorrecto. Es una reacción apropiada que lleva a reconciliarse con el Eterno y tiene que ver con el arrepentimiento, el retorno a YHWH. ¿por qué?. Porque la oración a veces de clamor y de pedir perdón sin la actitud de un verdadero arrepentimiento no es aceptada por YHWH.

El versículo 6, del capítulo 55, del libro del profeta Isaías declara: "Buscad a Dios mientras Él puede ser hallado". Los sabios de Israel explicaron que el profeta realizaba este llamado se refiriéndose a los diez días entre Yom Teruáh y Yom Kippur. Es por ello que muchas personas nos ocupamos de no dejar pasar estos días sin rectificar al menos una acción incorrecta. Cada año asumen el compromiso de enmendar otro pecado y construir en el poder de nuestro Sumo Sacerdote, otra valla protectora que jamás volverán a violar.

La esencia del arrepentimiento consiste en darse cuenta de cuáles son los pecados que lo dominan, para así poder concentrar todos los esfuerzos en superarlos, hasta alcanzar la etapa en que el Eterno Dios testifica que nunca más reincidirá en esa actitud insensata.


Aunque la acción elegida sea insignificante, y aun si rectificarla no demanda demasiado esfuerzo, su arrepentimiento sigue siendo de gran valor pues le permite relacionarse con el auténtico arrepentimiento -teshuvá- que permite con su acción reparadora una nueva dimensionalidad del amor perfecto gobernando el entorno.


1 comentario:

  1. Agradecida por esta enseñanza, ya que es concreta y fácil de comprender. Concreta así como lo es el hecho de "retornar, volver" de nuestros pasos torcidos al diseño precioso del Eterno.
    Gracias! Shalom!

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