Allan Luks, ex- director ejecutivo del Instituto para la Promoción de la Salud y director de Big Brothers/Big Sisters de New York ha documentado los beneficios físicos y mentales de la bondad luego de encuestar a más de 3.000 voluntarios de todas las edades en más de 20 organizaciones de todo el país, concluyendo de la siguiente manera:
• Una oleada de euforia, seguido por un largo período de calma después de la realización de un acto de bondad, produce una participación de sensaciones físicas y la liberación de los analgésicos naturales del cuerpo, las endorfinas. Esta carrera inicial es seguido por un período de más larga duración de la emocion y de mayor bienestar.
• Los problemas de salud relacionados con el estrés mejoran después de la realización de actos de bondad. Ayudar invierte los sentimientos de depresión, proporciona el contacto social, y disminuye los sentimientos de hostilidad y aislamiento que pueden causar estrés, comer en exceso, úlceras, etc. Una caída en la tensión puede, para algunas personas, disminuir la constricción en los pulmones que conduce a los ataques de asma.
• Ayudar puede mejorar nuestros sentimientos de alegría, fortaleza emocional y vigor,y puede reducir la sensación enfermiza de aislamiento.
• La bondad puede ayudar a disminuir la intensidad de algún dolor físico o desaparecerlo por completo.
•El sólo hecho de recordar el acto de bondad que se ha realizado provoca sensaciones de bienestar y beneficia la salud aun después de horas y días.
• Se logra un mayor sentido de autoestima, mayor felicidad y optimismo, así como una disminución en los sentimientos de impotencia y la depresión.
“Porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois luz (porque
el fruto el fruto del espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando
lo que es agradable al Señor”.
(Efesios 5:8-10).