Autor:
P.A. David Nesher
"Y esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado."
(Juan
17:3)
INTRODUCCIÓN: Entre
las preguntas, con apariencia de inteligencia y piedad, que generalmente
escucho de las personas religiosas en cuanto se enteran que celebro con mi
familia las Fiestas Solemnes del Eterno Dios, están las siguientes: “Si estamos
en los tiempos de la Gracia, ¿hace falta guardar estas fiestas que fueron dadas
por Moisés?” “¿Son acaso tradiciones del
Antiguo Testamento, propias de los
judíos pero que Jesús abolió en la cruz?” “¿Hay verdaderamente alguna
importancia en los días que observamos?” “¿Está establecido en la “Biblia” esto de continuar hoy guardando ciertos
días sagrados para Dios?” Y si es así, ¿fueron estos días sagrados dados
solamente al pueblo de Israel antiguamente?” “¿Son estas fiestas solemnes de Yahvéh obligatorias hoy
día para los judíos mientras que a los que se denominan cristianos tenemos como
deber solamente observar días festivos como
las Pascuas Floridas y la Navidad?” Yo agregaría una pregunta más: ¿podrá este tema de las fiestas santas de
Dios afectar profundamente el conocimiento del Dios que adoramos y del gran Propósito
Eterno que se está llevando a cabo en la Tierra?
La
gran mayoría de nosotros crecimos en las iglesias del sistema; y básicamente
dimos por sentado todo lo que se nos enseñó acerca de Dios, de Cristo y de la
religión. Muy poca gente se ha tomado la molestia, aun después de llegar a la
edad adulta, de verificar, estudiando seriamente lo que cree y por qué lo
cree. Parece más fácil "seguir la corriente" y continuar creyendo
cualquier cosa que se nos haya enseñado.
Por todo esto, sé que en la
mente de cada uno de los que me oyen responder sus cuestionamientos, surgen
siempre cierto tipo de objeciones prejuiciosas. Las mismas no tienen otro
fundamento que el de las “arenas” doctrinales de la religión. Desde allí y
amparados en tradiciones y huecas filosofías la mente se eleva altiva contra el
conocimiento de Dios. Sé a sí mismo que las mismas brotarán de los que están
leyendo esta enseñanza. Por eso es bueno garantizar que todas ellas serán
tratadas y explicadas en la medida que esta temática se desenlace. Al prevenirlo
entiendo que cada pauta que iré presentando será aparentemente desvirtuada por
esas objeciones pero cuando éstas encuentren explicación en el devenir mismo de
la enseñanza, ya los puntos mencionados no los tendrá presentes. Entonces y desde
allí será necesario volver al principio de toda la exposición y releerla con la
mente abierta que el espíritu mismo habrá desarrollado en Usted.
La mayoría de las personas de
la cristiandad probablemente entienden que Jesucristo fue crucificado en la
Pascua bíblica. Algunos han escuchado o estudiado que las fiestas santas están
dirigidas a Cristo y al papel que desempeña. Sin embargo, son muy pocos los que
entienden realmente su significado. La mayoría de los creyentes consideran que
son irrelevantes en cuanto a su relación con Dios. Sin embargo, las Escrituras revelan
algo muy diferente, enseñando así todo lo contrario a los que las religiones
aducen. ¡Las fiestas son claves para el entendimiento correcto del diseño
maestro de Dios y el papel central que Jesucristo desempeña como en éste como
legislador del Propósito Eterno de Dios para la Nueva Humanidad en el Reino de
Dios (Romanos 8:29).
LAS FIESTAS SANTAS SON CITAS DISEÑADAS POR DIOS Y
PARA ÉL.
Dios instituyó y ordenó la
celebración de estas fiestas santas con el fin de que su pueblo conociera, e
identificara correctamente, la secuencia exacta de los acontecimientos históricos
mesiánicos en su designio de salvación para la humanidad. Cada una de estas
fiestas santas, nos revela el esquema que organiza los eventos fundamentales de
la historia de la humanidad en el diseño de Dios en un orden de propósito.
También dan a conocer la estructura en que está basada cada una de las
profecías mesiánicas impartidas en tiempos del Antiguo Pacto. Las fiestas del
Eterno revelan el designio que Él tiene para el maravilloso futuro de la
humanidad. ¡Las Fiestas Santas de Yahvéh están llenas de innumerables cúmulos
de secretos que alimentan la esperanza de los escogidos para gobernar junto a
Él en la Tierra!
El papel que desempeña
Cristo en la salvación de la humanidad es crucial. Su papel también es el tema
central de las fiestas santas de Dios, que revelan la secuencia de acontecimientos
dentro de su diseño de Salvación. Todas las fiestas ocurren dentro de los
períodos de las cosechas en la Tierra Santa, donde Jesús creció y vivió como
ser humano.
Cuando Dios liberó a los
israelitas de la esclavitud en Egipto les reveló, además del sábado semanal,
sus siete fiestas anuales. El apóstol Pablo nos dice que estas celebraciones
son “sombra
de lo que ha de venir pero el Cuerpo pertenece a Cristo” (Colosenses 2:16-17).
Es decir, que las Fiestas Santas del Eterno eran los instrumentos anticipaban y
revelaban las pautas y los elementos básicos del diseño de salvación de Dios en
la historia de Israel y para la humanidad toda a través de la Iglesia, único y
verdadero Cuerpo de Cristo.
Es importante recordar que Dios
revela su imponente diseño de Salvación de la humanidad en las profecías y enseñanzas
de las Escrituras. Desde ellas, podemos ver como Él mismo, y desde su perfecta
economía, nos ha provisto las claves para descubrir ese diseño por medio de sus
fiestas santas.
Dios, el Eterno, originalmente le dio a
Israel estas Fiestas como celebraciones de la cosecha. Por esto es que nos
encontremos con que los escritores de la Sagradas Escrituras con frecuencia
comparan la cosecha espiritual de vidas humanas con las cosechas de productos
agrícolas. Así, encontramos analogías y parábolas de cosechas utilizadas para
representar aspectos del diseño que Dios tiene para llevar a la humanidad al arrepentimiento.
“El
Señor...no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9).
En el libro de Levítico
capítulo 23, se hace referencia a las Fiestas que los Israelitas tenían que
celebrar y dice:
“El
Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los Israelitas:
«Éstas
son las fiestas que yo he establecido,
y
a las que ustedes han de convocar como fiestas solemnes
en
mi honor. Yo, el Señor, las establecí”.
Se lee claramente que
dice que eran las Fiestas
solemnes del Señor las cuales debían proclamarse como apartadas convocaciones
que debían ser en honor al Señor. Es decir, que simple
vista y para cualquier mente sencilla se destaca que no son las fiestas de los
judíos sino son Fiestas que hay que celebrar para el Señor.
Para poder entender
mejor esto, vamos a estudiar algunas palabras hebreas muy importantes que
encontramos en este pasaje y que nos van a ayudar a poder entender con más
claridad el porqué de la importancia de las fiestas.
Los
hebreos usaban generalmente una palabra para fiesta, y esa palabra era Jag. Lo que interesante y
curioso es notar que en este pasaje de Levíticos 23:2 es que no encontramos la palabra Jag para hablar de fiesta, sino que la palabra que ha sido
traducida como fiesta es la palabra Moed, (Moadim en el plural).
Ahora bien, ¿qué
significa esta palabra Moed? La primera
vez que aparece en las Escrituras lo encontramos en el pasaje de Génesis 1:14 que dice: "que
sirvan como señales de las estaciones (moadim)." Ahora es muy importante
saber y recordar que para poder entender el significado de cualquier palabra
hebrea hay que analizar como ha sido utilizada en otros pasajes de las
Escrituras, de este modo podremos entender con mayor profundidad lo que
significa exactamente la palabra y el mensaje de poder escondido en sus códigos.
Para ello, veamos otros pasajes para ver cómo ha sido traducida esta palabra en
las Sagradas Escrituras. Por ejemplo en Génesis
17:21
leemos: "por estos tiempos”, aquí la palabras “tiempos” se traduce de moed; también la encontramos en Génesis 18:14, "en el
tiempo señalado (moed)".
Desde lo considerado hasta
aquí podemos decir, en unas primeras conclusiones, que la palabra hebrea Moed destaca que el Señor a decretado y
señalado ciertos “tiempos exactos de señales”.
Vimos en el capítulo
primero de Génesis (v.14) que decía que estos tiempos servirán como señales. Es interesante notar que el hebreo usa
la palabra Otot, (plural de Ot), para “señales”, pero los más
interesante es saber que esta palabra no solamente significa señal sino también
“milagro” (ver
Deuteronomio 4:34 y Salmo 105:26-27). Este último aporte nos permite entender
que las Fiestas Solemnes son “tiempos
exactos de señales y milagros”.
Entonces,
nos surge un cuestionamiento sabio, ¿señales y tiempos para qué y/o quién? La respuesta la
encontramos en Levíticos 23:2 allí se nos dice, tiempos
señalados para el Señor donde debemos tener "santa convocación." Es decir son días
santos, designados y apartados por y para el Señor. ¿Y
qué más dice? “Yo el Señor las establecí." ¡Son tiempos exactos etablecidas desde
la creación! Ahora, ¿qué es lo que va a suceder en estos tiempos o fiestas
que debemos tener en honor al Señor?
Las fiestas o los
tiempos que el Señor ha apartado para sí tienen un triple significado:
1) Captar secretos espirituales escondidos en
el
contexto agrícola de las fiestas para Israel. Esto
se aprendía desde el
nivel físico y se aplicaba como enseñanza sacerdotal de lo espiritual. La mente
aprende los paradigmas espirituales escondidos en la Ley Universal de la
Siembra: dar para recibir. La ofrenda que se ofrecía en cada fiesta era la
carta de presentación de cada integrante del Pueblo de Dios. El Pueblo de Dios aprende,
por medio de las Fiestas Santas, que las ofrendas al Señor son el secreto para
recibir bendición en el futuro.
2) Entender el trato mesiánico de
Dios con su pueblo. Las Fiestas Santas les fueron dadas para que
Israel entendiera por medio de sombras los detalles la venida del Mesías y el
diseño de Salvación que el Eterno había trazado desde Abraham para bendecir a
todas las naciones desde la simiente que se manifestaría desde ellos, nuestro
Mesías.
3) Contienen cada una de las funciones del
Mesías para la redención de la humanidad. En ellas se comprende haciendo memorial toda la obra
de restauración
del hombre a través de la obra redentora del Mesías.
Por último, es importante agregar que en el pensamiento
Hebreo, moéd es como una cita. Desde esta concepto, nos damos
cuenta que cada una de estas Fiestas Santas contiene la idea de como si Dios
mismo tomará un “tiempo de propósito” con el ser humano. Su “tiempo” separado
de sus deberes eternos para encontrarse con nosotros. Es una cita divina, un
tiempo especial entre Dios y su gente. Para aquellos que están casados, entienden
perfectamente lo importante que es “tener una cita”, y harán todo lo posible
para no dejarla pasar. Un estudio de historia escritural nos mostrara que
muchos eventos mayores ocurrieron en una o más de estos ‘moedim’ (el plural de
moéd)
En
otras palabras:
"El Señor hace
una cita con nosotros, separa y señala “ciertos tiempos” con el propósito
de llevar a completo cumplimiento la redención total de la humanidad a través
de la persona de Jesucristo el Señor. Podemos decir entonces que las fiestas
son proféticas ya que el Mesías tendrá siempre que cumplir algo en cada
fiesta."
Sin
duda alguna, las fiestas santas de Dios fueron el blanco de la Serpiente
Antigua, Satanás, a través de Babilonia la Grande (el sistema religioso
mundial). Hoy, de igual modo, continúan siendo atacadas por hombres
impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a
Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo (Judas 4). Estos líderes con palabras sin autoridad escritural han
hecho que los seres humanos hayan aceptado la falsa idea de que las fiestas santas
que Dios dio a su pueblo para adorarlo han sido abolidas en la cruz con la
muerte de Jesucristo. Ante eso surge una pregunta: ¿es correcto aceptar lo que
otras personas afirman sin tener fundamento en las Escrituras?
La
mayoría de las personas nunca han escuchado acerca de las Fiestas Santas que Yahvéh,
el Dios Verdadero, instituyó para su verdadera iglesia. Las fiestas de la
Pascua, los Panes Sin Levadura, el Día de Pentecostés, el Día de las Trompeas, el
Día de Expiación, la Fiesta de Tabernáculos y el Último Gran Día, generalmente
no son consideradas fiestas santas de Dios, sino festivales extraños,
mandamientos del Antiguo Testamento que han sido abolidos o “fiestas de los
judíos”, según sus falsas doctrinas. Pero, ¿qué es lo que Dios dice? Porque
después de todo, es a Él a quien estamos tratando de agradar celebrando fiestas
sagradas, ¿no es cierto? ¿No le parece importante saber qué es lo que el Eterno
Dios piensa al respecto?
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