P.A. David Nesher
Hoy,
el mundo celebra al “amor”. Hoy los enamorados se
colocarán a su servicio. Hoy, el Cupido
aparecerá en muchos lugares del occidente pagano. El tierno niño con alas será visto, tensando su arco y flecha, como el principal inspirador del amor. Pero, ¿a qué amor se está hoy recordando? ¿Qué espíritu se
activa, en un día como hoy, al celebrar a “San Valentín”?
El Día de San Valentín o "Día de los enamorados" es una celebración
tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otras naciones
del occidente consumista a lo largo del siglo XX principalmente en la que las
parejas de enamorados expresan su amor y cariño mutuamente. Se celebra el 14 de
febrero, onomástico de San Valentín
mártir. En algunos países se conoce como “Día
de los Enamorados” y en otros como “Día del Amor y la Amistad”.
Cupido es, en la mitología romana, el “dios del amor sexual”. Equivale al Eros de la mitología griega, y a Kāmadeva en la mitología hindú. Su nombre en los distintos idiomas significa «el deseo a su máxima expresión».
Cupido es, en la mitología romana, el “dios del amor sexual”. Equivale al Eros de la mitología griega, y a Kāmadeva en la mitología hindú. Su nombre en los distintos idiomas significa «el deseo a su máxima expresión».
El Cupido, es un símbolo que, por muy gracioso que se vea, no deja de ser una imagen de un
dios de naciones paganas al que el Eterno Dios Verdadero aborreció en su
Instrucción (Torah):
“No ofrezcas a ningún hijo tuyo como
sacrificio a Moloc. Eso es faltarle el respeto al nombre de tu Dios, porque yo
soy el SEÑOR.”
La
fiesta que hoy se llama “del amor”
se inspira en una potestad del aire muy fuerte que dominó con su culto los
lugares altos del Oriente Medio, particularmente los de Canaán. Dicha divinidad
fue, y es, conocida por muchos nombres (después de todo a los demonios les
gusta tener la mayor cantidad de nombres posibles). Entre uno de los tantos se
destaca el de ADRAMALEC que
significa en acadio “manto del rey”,
ó “cobertura del rey”,
haciendo alusión a la idea de que este dios habita en tinieblas y solamente se
les revela a aquellos que pactan con sangre el tener su cobertura esotérica. Es
decir, que es un espíritu de jerarquía del inframundo que se caracteriza por
colocar “mantos” o “velos mágicos” sobre las cabezas (modo de pensar) de los
hombres.
De
acuerdo al relato escritural de la revelación sagrada, este culto llegó a
Tierra Santa, después de la caída del reino del norte, con su capital Samaria
(año 522 A.C.). Fueron los asirios a través de los aveos de Sefarvaim quienes implantaron en los lugares altos de
Israel: “…y
los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos
en el fuego como ofrenda a Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim” (2 Reyes 17:31). Es interesante destacar que el nombre “aveos” significa “los que les gusta vivir en ruinas”. Y
justamente ruinas son las que quedan cada año como consecuencia de esta
celebración.
A este
dios pagano se lo llamó también ANAMELEC que significa “cántico
seductor del rey” ó “el rey que seduce con su música y canto” ya
que su nombre deriva de "Melec", que significa
"el Rey“.
Se lo representaba bajo forma de mula con torso humano y cola de pavo real.
En Asiria, se le consideraba el dios Sol, equivalente al Tamuz babilónico (Ezequiel 8:14).
Se lo representaba bajo forma de mula con torso humano y cola de pavo real.
En Asiria, se le consideraba el dios Sol, equivalente al Tamuz babilónico (Ezequiel 8:14).
Los dos nombres con que se lo adoraba revelan la
idea del “dualismo” introducido por la serpiente en la enseñanza
anti-Dios que le diera a la primera pareja humana en el Edén (Gn. 3). Dicho dualismo ha inspirarado por milenios en la mente de los hombres la idea de que los opuestos
del bien y el mal deben ser dominados a través de un conocimiento especial
(gnosis) que permite equilibrarlos en el interior de la raza humana. La
propuesta que surge de esta ida será adorarlo en sus dos facetas: cubierto por
un manto (oscuridad- tinieblas- mal) o cantando seductoramente (luz - bien –
amor). Por esto se preparaba el tiempo invernal como el más representativo de
esta mentalidad.
Para entender la presencia de este principado en Medio Oriente, aportaré que al llegar a Israel su culto se lo asoció con MOLOCH ó MOLOK MILKOM (dios de los moabitas) debido a una práctica
cúltico-litúrgica coincidente: Los niños eran sacrificados como tributo para
él en 25 de Diciembre abriendo así desde ese día las puertas del
inframundo y permitiendo a incalculables espíritus la inspiración de ideas
creativas a partir de fiestas sexuales. Generalmente se representaba a MOLOK
con la figura de un hombre con cabeza de carnero o becerro, sentado en su trono
con una corona en la cabeza y un báculo tridente en su mano.
Como podemos ver en un primer lugar Adramelec, Anamalec o Molok es el espíritu pro-aborto que durante este tiempo particular toma control de las mentes humanas y las conduce a ver esta disciplina como un “simple método” de control de natalidad o el ejercicio de un “derecho humano”.
Como podemos ver en un primer lugar Adramelec, Anamalec o Molok es el espíritu pro-aborto que durante este tiempo particular toma control de las mentes humanas y las conduce a ver esta disciplina como un “simple método” de control de natalidad o el ejercicio de un “derecho humano”.
La cosmovisión de este culto creía que como
resultado de una catástrofe ocurrida en el despertar de los tiempos, el
espíritu de Moloch se había transformado a sí mismo en oscuridad al convertirse
en materia (comparar con Génesis 1:2). De acuerdo con estas creencias el hombre
era la encarnación de esa misma tragedia, y para redimirse de ese pecado era
necesario ofrecer sacrificios de recién nacidos, sin defecto alguno, a Moloch
ya que se consideraba que los bebés eran los seres más impregnados de la
energía pura de la materia, característica que los adultos perdían con el
tiempo al desarrollar su alma llena de temores, sufrimientos y pecados. Molok era
considerado el símbolo del fuego purificante, que a su vez simboliza el alma.
A esta altura del estudio vale la pena señalar que
tradicionalmente se ha interpretado MOLOCH
como el nombre de un dios, probablemente denominado «el rey de la ignominia»,
pronunciado a propósito como Molek en vez de Melek utilizando las
vocales de la palabra hebrea bosheth (ignominia). Pero en otros pasajes
el dios de los amonitas es llamado Milcom, no Moloch (1Reyes 11:7,33, y
Sofonías 1:5). La Septuaginta lo llama Milcom en 1 Reyes 11:7 en vez de Moloch,
aunque esto sugiere un posible error en la transcripción del hebreo.
A esta divinidad se le adjudica la creación de amores y pasiones
entre los mortales por eso entre
febrero-marzo estaba dos fiestas en su nombre.
• Las Lupercalias (San Valentín)
• El Carnaval (Carne para Baal, su título
pagano de “señor”)
Por medio de estas fiestas y de sus horrendas
costumbres, esta divinidad comenzó a expandirse por el mundo mediterráneo de la
antigüedad a través del comercio fenicio. Por ello, en un principio se lo asociaba con las riquezas ya que su adoración despertaba el amor
al dinero y el éxito en toda contratación comercial.
Desde
este inicio de expansión las civilizaciones egeas y posteriormente los griegos
le van a ir adjudicando diferentes representaciones de acuerdo a las
asociaciones cultuales y litúrgicas que cada región va a aportar y
contextualizar.
El
culto a Moloch se extendió junto con
la influencia de los fenicios en el Mediterráneo, llegando incluso a las costas
de los etruscos y la península Itálica. Cartago lo tenía como dios supremo y
protector de la ciudad.
Así
será como en Grecia se convertirá en
Eros, el hijo de Afrodita (diosa del
sexo) y de Ares (dios de la guerra). Al
ser hijo de los dioses de la guerra y del amor, Eros resulta ser el dios de los
enamorados, creando de esta manera un balance o equilibrio entre el amor y la
tragedia.
Era el dios primordial responsable de la
atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la
fertilidad. Según la obra de "El banquete" de Platón fue concebido por Poros (la abundancia)
y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los
diferentes aspectos del amor según la cosmovisión anti-Dios de esta potestad
del aire.
Las dos fiestas de esta temporada son dedicadas a
la frivolidad, la glotonería, el despilfarro y la ostentación. En ellas se
persigue que la “gloria” del inframundo cubra al hombre mortal. Por eso se usarán máscaras como representación de esa
“cobertura”. La máscara de cada carnaval se convierte así en el patrón de la
hipocresía, vestidura principal de la mentalidad legalista y religiosa que
tanto los profetas cómo Jesús mismo denunciarán en su misión terrenal.
Al llegar este culto a Roma con el nombre de “el día de Cupido” (hijo de Venus y de Marte) se comenzó a celebrar en una fiesta llamada Lupercalia. Aquí Moloc Baal fue llamado Lupercus. Según ellos creían Lupercus, por su característica dual, los defendía de los lobos salvajes, animales que abundaban en las regiones de Roma y a quienes temían en sobremanera por los daños que les causaban.
Al llegar este culto a Roma con el nombre de “el día de Cupido” (hijo de Venus y de Marte) se comenzó a celebrar en una fiesta llamada Lupercalia. Aquí Moloc Baal fue llamado Lupercus. Según ellos creían Lupercus, por su característica dual, los defendía de los lobos salvajes, animales que abundaban en las regiones de Roma y a quienes temían en sobremanera por los daños que les causaban.
Los romanos en honor a Lupercus “su protector” y “benefactor” celebraban a mediados de Febrero su gran festival "La Lupercalia".
Su nombre deriva supuestamente de lupus (lobo, animal que representa a Fauno Luperco) e hircus (macho cabrío, un animal impuro) ambos símbolos de Anamalek o Molok. Fueron instituidas en honor de Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco, formas grecolatinas de Molok), el que protegía de los lobo, símbolos de las maldiciones de Februo o Plutón (príncipe principal del inframundo) el Adramalek o parte mala de Molok. Justamente el nombre del mes de febrero proviene de Februo.
Con danzas, bailes y juegos eróticos que
terminaban en orgías.
El juego que más les gustaba a los romanos, especialmente a los jóvenes era el baile para encontrar su novia o su pareja. Para ello, en la fiesta escogían un recipiente esférico (representando a la luna llena) y allí depositaban los nombres de las doncellas preferidas. Muchas veces las parejas se transformaban en novios. Aún se acostumbra hacer este juego en algunas fiestas.
El juego que más les gustaba a los romanos, especialmente a los jóvenes era el baile para encontrar su novia o su pareja. Para ello, en la fiesta escogían un recipiente esférico (representando a la luna llena) y allí depositaban los nombres de las doncellas preferidas. Muchas veces las parejas se transformaban en novios. Aún se acostumbra hacer este juego en algunas fiestas.
Un cuerpo especial de sacerdotes, los Lupercos
o Luperci (Sodales Luperci o amigos del lobo) eran elegidos
anualmente entre los ciudadanos más ilustres de la ciudad que debían ser en su
origen adolescentes que sobrevivían de la caza y el merodeo en el bosque
durante el tiempo de su iniciación en la edad adulta, lo que por aquel entonces
era un tiempo sagrado y transitorio en que se comportaban como lobos humanos.
Se reunían en la medianoche del 14 de febrero y estaban todo el día 15 en la
recientemente encontrada gruta del Lupercal (más tarde llamada Ruminal en honor
a Rómulo y Remo) en el monte Palatino. Según la tradición fue en este lugar
donde Fauno Luperco tomando la forma de una loba, había amamantado a los
gemelos Rómulo y Remo, y en cuyo honor se hacía la fiesta. La tradición cuenta
que allí había una higuera cuyas raíces habían detenido la cesta en cuyo
interior se encontraban los gemelos Rómulo y Remo.
Bajo la sombra de esta venerable higuera, la Ruminalis,
celebraban el sacrificio de un perro y de un macho cabrío, animales que eran
considerados impuros. Después se tocaba la frente de los luperci con el
cuchillo teñido con la sangre de la cabra y a continuación se borraba la mancha
con un mechón de lana impregnada en leche del mismo animal. Éste era el momento
en que los lupercos prorrumpían en una carcajada de ritual. Luego cortaban la
piel de los animales sacrificados en tiras, llamadas februa, que junto
con la deidad sabina Februo, y el sobrenombre de Juno, Februalis (la que
purifica), son los posibles candidatos a darle nombre al mes de Febrero.
Con este aspecto y casi desnudos, sólo tapados
con unas tiras de cuero, salían alrededor del monte Palatino donde golpeaban a
todos los que encontraban a su paso. El ser azotado por las tiras de cuero de
los luperci equivalía a un acto de purificación, y era llamado februatio.
Este acto de purificación comenzó en el reinado
de Rómulo y Remo, cuando las mujeres romanas se hicieron estériles. Después de
consultar el oráculo de la diosa Juno (el demonio Reina de Cielo), en el bosque
Esquilo, ésta respondió: "Madres del Lacio, que os fecunde un macho
cabrío velludo". Y es ésta la razón por la que los luperci
van desnudos uncidos en sangre de animales impuros (como si vinieran de caza)
con pieles de lobo, golpeando con el látigo como si fuera un miembro viril. El
clima era de desenfreno y frenesí.
Para las mujeres, este rito aumentaba su
fertilidad poniéndole las carnes de color púrpura. Este color representaba a las prostitutas de la
época, en particular las que ejercían la prostitución sagrada con los
lupercos en el Ara Máxima, también llamadas lupas o lobas. Hoy en día es color del feminismo,
movimiento que reclama la legalización del aborto en las naciones.
Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración
pagana de las Lupercales. Pero como los romanos continuaban
celebrándolo, el mismo prelado decidió “cristianizar”
esta festividad y la sustituyó por el 14
de febrero, fecha en la cual murió martirizado un supuesto “cristiano”
llamado Valentín, en el año 270 d. C. ¡Lupercus pasó a llamarse San
Valentín!, un nombre nuevo más en la historia de expansión de este reptil
luciferino.
Las lupercalias se trocaron pues en una
procesión de candelas pidiendo, en cánticos y letanías la misma protección
contra la muerte y la fertilidad que procuraba Fauno Luperco, ahora elevada a
esperanzas de una vida y salud mucho más alta. A pesar de todo, esta procesión
de las candelas desterró el rito pagano efectivamente pero sólo contribuyó a
colocarle una “máscara” a un
espíritu con mentalidad hedonista que logró sobrevivir y expandirse más allá de
los siglos hasta hoy. De las lupercales procede hoy la tradición del
carnaval.
El historiador Will Durant hizo este análisis: “El cristianismo no destruyó al paganismo sino que lo adoptó. La mente
griega, moribunda, siguió viviendo transmigrada en la teología y liturgia de la
iglesia; el idioma griego, habiendo reinado durante siglos sobre la filosofía,
se convirtió en el vehículo de la literatura y el ritual cristiano; los
misterios griegos se transmitieron al impresionante misterio de la misa. Otras
culturas paganas contribuyeron al resultado sincrético (de mezcla)… El
cristianismo fue la última creación del antiguo mundo pagano” (Libro: “La
historia de la civilización”).
Hoy en día nadie pareciera importarle quién fue “San
Valentín”, ni menos quién fue el famoso “Lupercus”, ni si esta fiesta es de
origen pagano o cristiano. Y es más por si hubiera algún cristiano que se le
ocurriera tener escrúpulos de celebrar esta famosa fiesta, la “moderna
cristiandad” han solucionado el problema colocándole un nombre simpático,
inofensivo y atrayente: “Día del amor y
la amistad”.
Si Ud. se considera un hijo del Dios Altísimo
y Verdadero. Si Ud., conoce y respeta la Palabra de Dios, debe de preocuparse
de lo que el Señor espera de usted como árbol de justicia plantado en esta
Tierra.
En primer
lugar debe saber que Dios, el Eterno, de ningún modo y bajo ninguna
circunstancia permitirá que se le adore o se le rinda un culto mezclado con
paganismo. Se puede llegar a creer que en una fiesta se está celebrando u
honrando Su Nombre pero si esa celebración tiene mezcla con paganismo el honor
no lo recibe el Señor, sino que está llenando de energía vital a la serpiente
antigua, el gran dragón rojo.
Abba Padre nos da bastante conocimiento en su
Santa Palabra para distinguir la luz de las tinieblas.
Sea como fuese, “San Valentín” (o San Baalentín)
se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas
personas que quieren tener una pareja. Los comerciantes se han hecho eco de
esta festividad y la han convertido en un día perfecto para aumentar las
ventas. Flores, postales, poemas de amor, dedicatorias, bombones y regalos de
todo tipo se realizan este día al ser querido para demostrar su amor y amistad.
Así el enemigo de nuestras almas ha logrado imperar robándole al hombre uno de
los instrumentos más importantes que el Eterno le entregara para ejercer la
Verdadera Adoración: la sexualidad humana.
En segundo lugar, es necesario que entendamos de una buena vez que Satanás sabe que para engañar al mundo hay que hacerlo en forma oculta, tras un disfraz, de modo que poco a poco suavemente y a lo largo de muchos años logró que el paganismo se estableciera en lo que termino llamándose la Iglesia ataviada no con las vestiduras santas de Cristo, sino con las vestiduras que aparentan ser cristianas y no lo son. Las vestiduras color púrpura, el color de la prostitución sagrada. Por algo el Juan de Patmos la visualizará como la Gran Prostituta, madre de todas las rameras de la Tierra (Ap. 17). La cobertura o manto del rey de la ignominia (Adramelek o Molok) tomó con falsos profetas las mentes de los hombres colocándoles velos mágicos con los que logró por miles de años esclavizarlos en la “mentalidad de manada”. Pero hoy el Eterno ha tocado trompeta y ha anunciado el cumplimiento profético de su liberación:
En segundo lugar, es necesario que entendamos de una buena vez que Satanás sabe que para engañar al mundo hay que hacerlo en forma oculta, tras un disfraz, de modo que poco a poco suavemente y a lo largo de muchos años logró que el paganismo se estableciera en lo que termino llamándose la Iglesia ataviada no con las vestiduras santas de Cristo, sino con las vestiduras que aparentan ser cristianas y no lo son. Las vestiduras color púrpura, el color de la prostitución sagrada. Por algo el Juan de Patmos la visualizará como la Gran Prostituta, madre de todas las rameras de la Tierra (Ap. 17). La cobertura o manto del rey de la ignominia (Adramelek o Molok) tomó con falsos profetas las mentes de los hombres colocándoles velos mágicos con los que logró por miles de años esclavizarlos en la “mentalidad de manada”. Pero hoy el Eterno ha tocado trompeta y ha anunciado el cumplimiento profético de su liberación:
“… libraré a mi pueblo del poder
de ustedes y de los velos que le han puesto, y no lo volverán a atrapar.
Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor. Ustedes, con sus mentiras, han acobardado a los buenos, cosa que yo
no quería hacer, y en cambio han animado a los malvados a seguir en su mala
conducta, para que yo no les dé vida. Por
eso no volverán ustedes a tener sus falsas visiones ni a proclamar sus
profecías de mentira. Yo salvaré a mi pueblo del poder de ustedes, y
reconocerán ustedes que yo soy el Señor.”»
Como hijos del verdadero Dios debemos de
cuidarnos de los que celebramos y guardamos. Como siervos de su Gracia debemos
movernos denunciando como atalayas estos errores a fin de que la Luz prevalezca
sobre las tinieblas una vez más y como siempre.
Autor:
David Nesher
Ministerio Cristiano Monte Santo
Mendoza, 14 de febrero de 2012
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